Scarlett Johansson recibe las preguntas con curiosidad. Sabe que los nuevos rumbos en su carrera son interesantes. La actriz estadounidense, que cumplió 30 años y que acaba de ser mamá de una niña, ha estado expandiendo su currículum vítae desde las buenas cintas de corte independiente, como Match Point, de Woody Allen, y Perdidos en Tokio, de Sofia Coppola. Y su crecimiento profesional va hacia una zona inesperada.
Si fue la voz de un software casi humano en Her, de Spike Jonze, ahora sigue explorando con éxito la ciencia ficción, con dos títulos que han causado revuelo. En Under the Skin, de Jonathan Glazer, es una alienígena que se muestra desnuda con tal de seducir y matar escoceses en celo. Y en Lucy, del francés Luc Besson, donde es una mujer con superhabilidades, reitera su pasión por personajes lejos del estatus de “solo una mujer sensual”. La película llegó el jueves a la cartelera colombiana.
“Me gustó hacer estos personajes no humanos porque me han permitido explorar y trabajar desde un lugar, cómo decirlo, más amplio, declaró en el Festival de Cine de Toronto, en la presentación de Under the Skin, aún sin fecha de estreno en Colombia. Interpretar a esta alienígena me tuvo fuera de control; o sea, fue un riesgo, porque este proyecto de Jonathan (Glazer) me llevó fuera de mis límites habituales”.